Cambios en el estilo de vida

 

Su médico determinará qué restricciones físicas tendrá que seguir. Sin embargo, las restricciones que puede experimentar son en gran medida limitaciones causadas por su enfermedad, como no poder caminar largas distancias porque le falta el aire, o estar limitado para subir escaleras. Como hemos dicho antes, cada paciente con MCD es diferente, así que consulte con su médico si hay restricciones físicas apropiadas para usted.

Algunos pacientes con MCD también pueden sufrir restricciones laborales. Esto variará en función de la gravedad de su enfermedad. Otros no tendrán ningún problema para continuar con el trabajo que hacían antes del diagnóstico. En caso de duda, consulte a su médico. Por ejemplo, si tiene un aparato, puede haber restricciones para estar cerca de grandes cantidades de electricidad, como en el caso de la soldadura. En caso de duda, ¡pregunte!

Dependiendo de la gravedad de su enfermedad, algunas actividades pueden estar prohibidas. Por ejemplo, algunos estados tienen restricciones para los conductores de camiones comerciales. Su médico le indicará qué actividades están prohibidas y cuáles debe evitar. Otro paciente de la misma profesión puede recibir permiso para continuar. Todo depende de su estado, así que coménteselo a su médico.

Tal vez la situación más difícil sea no tener síntomas de MCD (asintomático) pero tener el diagnóstico. Todo el mundo le considera «normal» y puede esperar que sea capaz de rendir como los demás. Sin embargo, usted simplemente no puede, aunque a nadie, salvo a usted mismo, le parezcan evidentes sus limitaciones. Algunos pacientes con MCD llevan una vida bastante normal, a pesar de estar gravemente afectados por la enfermedad. No hay dos pacientes idénticos, por lo que un mismo diagnóstico no significa que se requieran los mismos cambios en el estilo de vida, si es que se requiere alguno.

La mayoría de los pacientes experimentarán limitaciones en el ejercicio y la actividad. Aunque todos querrán seguir haciendo lo que hacían antes, quedarse sin aliento con facilidad o sentir debilidad en las piernas al realizar actividades rutinarias, por ejemplo, requerirán algunos ajustes. En ocasiones, las personas con dispositivos implantados pueden tener restricciones específicas de la actividad según las indicaciones de sus médicos. Las personas que tengan dudas sobre el camino a seguir tras el diagnóstico deben consultar a su médico para saber qué actividades realizan y cuáles pueden continuar.