¿Cuáles son los síntomas moderados?

Los síntomas y el deterioro funcional son evidentes. Síntomas como la dificultad para respirar y la fatiga pueden ser bastante limitantes, y pueden aparecer incluso con una actividad física inferior a la habitual. Caminar incluso distancias cortas se verá limitado por los síntomas, lo que requerirá periodos de descanso más frecuentes o una menor actividad general realizada. Sin embargo, no hay síntomas cuando se está en reposo. Por ejemplo, una persona que hace seis meses era capaz de caminar fácilmente por toda una gran superficie y tomarse un breve descanso, ahora sólo puede caminar la mitad de los pasillos sin necesidad de sentarse y descansar. A veces no pueden hacer más que esto. Las personas con este grado de deficiencia pueden empezar a pensar en obtener un permiso de discapacitado.

La retención de líquidos puede resultar más problemática en pacientes con miocardiopatía dilatada (MCD) debido a la disminución de la eficacia de la función cardíaca. Pueden ser necesarias dosis más altas de diuréticos. A veces es necesaria la hospitalización para mejorar los síntomas. Algunas personas con síntomas moderados pueden seguir pareciendo sanas. Por ello, es posible que sus familiares y amigos no comprendan que tienen limitaciones reales. A algunas personas con síntomas moderados podría ayudarles un dispositivo de asistencia ventricular (una bomba cardíaca implantable) o un trasplante de corazón.

A muchas personas con síntomas moderados les puede resultar difícil trabajar a jornada completa, dependiendo del tipo de trabajo. Si alguien tiene un trabajo en el que pasa sentado la mayor parte del día, o un trabajo en el que no se requiere mucho esfuerzo, es posible que pueda seguir trabajando. No es raro que las personas con síntomas moderados o de clase III soliciten la incapacidad.

¿Cuáles son los tratamientos?

En general, cuanto más graves sean los síntomas y el deterioro, más complicado será el tratamiento. El tratamiento se recomienda cuando se tiene una función reducida del músculo cardiaco. La reducción de la función del músculo cardiaco se mide por la fracción de eyección, es decir, el porcentaje de sangre que bombea el corazón en cada latido. Una fracción de eyección normal, que indica una contracción normal del corazón, es del 50% o más. Si una persona presenta síntomas de insuficiencia cardíaca de clase III, es muy probable que su fracción de eyección sea inferior al 40%. Los fármacos son el tratamiento principal. Los fármacos esenciales son los clasificados como betabloqueantes; la otra clase esencial de fármacos son los inhibidores de la ECA o los ARA-II.

Ambas clases de fármacos actúan bloqueando los sistemas hormonal y neuronal activados. Se han estudiado en miles de pacientes y se ha demostrado que mejoran la tasa de supervivencia de las personas con MCD. En algunas personas, estos fármacos pueden reducir el tamaño del corazón y mejorar la función del músculo cardiaco. Debe realizarse un ecocardiograma tras un mínimo de seis meses de tratamiento farmacológico óptimo para determinar si los medicamentos están mejorando la fracción de eyección y/o el tamaño del corazón.

Si una persona presenta signos de retención de líquidos, puede beneficiarse de los diuréticos, que ayudan a los riñones a eliminar el exceso de líquido del organismo. Si antes tomaba diuréticos, pero la retención de líquidos empeora, puede ser necesario aumentar la dosis para mejorar los síntomas. Ahora puede haber indicaciones para fármacos adicionales que, cuando se toman con la mayoría de los medicamentos actuales, mejorarán aún más la esperanza de vida y los síntomas. Estos fármacos pueden incluir espironolactona, hidralazina-nitrato y sacubitril/valsartán (Entresto®).

Si la fracción de eyección de una persona es del 30% o inferior, y ha seguido un tratamiento farmacológico óptimo, puede ser candidata a un desfibrilador cardiaco implantable (DAI) para ayudar a prevenir la muerte súbita cardíaca. Esta terapia profiláctica, o preventiva, es una terapia electiva; algunas personas no desean esta terapia, ni son los mejores candidatos para ella. Los pacientes deben consultar esta opción con su cardiólogo.

Si la fracción de eyección de una persona es del 35% o inferior y presenta ciertas anomalías en el ECG (por ejemplo, bloqueo de rama), puede ser candidata a recibir terapia de resincronización cardíaca (TRC), que requiere la implantación de un marcapasos especial. Esta terapia ayuda a las personas con MCD a vivir más tiempo y puede mejorar la función del músculo cardiaco.

¿Empeorarán los síntomas con el tiempo?

Esto es difícil de predecir. Para algunas personas con MCD, los síntomas permanecerán igual o mejorarán ligeramente. Mientras que para otras, los síntomas pueden empeorar con el tiempo. Ocasionalmente, hay otras personas cuyos síntomas mejoran hasta tal punto que dejan de tener síntomas. Lo que es predecible es que las probabilidades de que los síntomas empeoren, y/o de que una persona muera antes, son mucho mayores para las personas que no toman los medicamentos esenciales.

¿Hay actividades que deban evitarse?

Manténgase lo más activo posible. El ejercicio regular, como caminar a un ritmo o distancia que no cause síntomas de limitación, es beneficioso. Las actividades que provocan síntomas marcados de limitación probablemente deban evitarse o realizarse de manera que los síntomas sean menos graves. Es posible que la persona necesite descansar más a menudo, realizar las actividades más despacio o utilizar ayudas, como una silla motorizada, que le ayuden a realizar menos esfuerzo. Normalmente, las personas con síntomas de clase III solicitan permisos de minusvalía.